lunes, 8 de diciembre de 2008

Arte Acción

Un espacio para la construcción de obras vivenciales

"Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser
Feuerbach

Introducción. Re-definición del arte, cualidad de vida y supervivencia.

A finales del Siglo XIX y en el transcurso del Siglo XX, las artes plásticas sufriendo cambios que trajeron con sigo la redefinición del arte por parte de sus protagonistas.
La aparición de la fotografía, la muerte del arte de Hegel, el nihilismo Nietzscheano, las corrientes políticas de izquierda y anarquista dejaron en las puertas del siglo XX un espacio propicio para una nueva mirada del arte. Quedó atrás la representación mimética del mundo exterior que hasta ese momento había sido condición necesaria del arte, basado en la “tekhné”, (condición técnica o facultad para desarrollar una actividad manual), palabra griega que designaba el concepto de “arte”, para llevarlo a la construcción mediante ideas, reflexiones sociales, filosóficas, pensamiento político, etc.
Utilizando la nueva definición de la palabra arte como un medio para proponer esas ideas, surgen las “vanguardias”: palabra tomada del léxico militar por el Conde de Saint-Simón durante la Revolución Francesa para dotarla de sentido político y luego trasladada a las distintas propuestas de pensamiento artístico, a las nuevas formas de concebir las artes plásticas. Es por eso que “vanguardias”, en arte, es pensamiento político.

A comienzos y hasta mediados del Siglo XX, con el proyecto de Modernidad, llego la idea de “Progreso” y de su mano los avances industriales, la Revolución Rusa, las dos guerras mundiales, el pensamiento fascista, nuevos totalitarismos. Esto definió una etapa donde la cultura occidental fue causante de guerras, genocidios, desplazados, avances tecnológicos, hambre y también arte. Entonces, ¿qué sentido tenia el arte en ese contexto?
Los dadaístas, Marcel Duchamp y otros, analizaron su momento histórico, político y social y se propusieron “matar” el arte por considerarlo una extensión de esa cultura, dejándonos una profunda herencia de acciones y gestos que serían puente entre el arte como construcción y el arte como vivencia.
Entre tanto, el proyecto de “La Bauhaus”, (Casa de construcción) dio un gran giro intentando conjugar vida cotidiana y arte. Tras casi 15 años de existencia Adolf Hitler ordena cerrarla; pero esta decisión solo logra que el inmenso conocimiento que se había generado se expanda por el mundo de la mano de sus propios protagonistas, exiliaos en otros países. Esto produjo un cambio hacia la segunda mitad del siglo, con la desconcentración de las vanguardias de Europa que pasaron a desarrollarse en otras partes del mundo, marginales hasta ese entonces.
Pasada la primera mitad del Siglo XX la influencia del pensamiento de Marcel Duchamp se hizo notar en las principales corrientes plásticas y visuales. La acción del ready made “La fuente”, despertó en los artistas no solo críticas y burlas sino que paradójicamente con el paso del tiempo, saco a los artistas plásticos del callejón sin salida de la representación y de los elementos plásticos puros en relación con ellos mismos; un dialogo entre pocos que llegaría a su máxima expresión con “Blanco sobre blanco” del artista Ruso Kasimir Malevich. Se comenzaría a entender el arte no solo como la creación y construcción de objetos sino como la re significación de objetos ya creados, dando la facultad a los artistas de decidir que es arte y que no.

Del medio Bidimensional a la búsqueda del Espacio-Tiempo
Para entonces los artistas se vieron en la necesidad de buscar en espacios fuera de las artes plásticas, sin negar el gran acervo sobre el que se fundaban para proyectar sus obras.
Andy Warhol, los accionistas vieneses, Piero Manzoni, Josep Beuys, John Cage, Guy Debord, los situacionistas, el movimiento Fluxus, entre otros, buscaron en nuevos espacios lo que ya no encontraban en las artes plásticas. El artista comienza a tomar protagonismo como ser intelectual y propone desarrollar sus obras a partir de un pensamiento político, ubicándolas en los lugares más diversos, utilizando materiales nuevos y no convencionales sin importar lo establecido hasta ese momento.
Ahora el artista se nutriría de acciones, gestos, música, artes escénicas, literatura, entendiendo que estos elementos sumados al material, al tiempo, al nombre, al contexto, al medio, a la escala, etc., conformarían a la obra y serían portadores de contenido.
De esta manera se amplía el campo de las artes plásticas, ahora llamadas visuales, dando lugar a una nueva concepción que intenta desplazar la idea del arte como objeto contemplativo y consumible. Aquellos artistas lo vislumbraron y eligieron el camino del arte como vivencia, como hecho vivo, como acción.

Un Nuevo Paisaje, un nuevo Arte
El arte, es lo que hace que la vida
sea más importante, que el arte.
Robert Filliú.

Con la llegada del capitalismo industrial y la migración del campo a la ciudad, fueron surgiendo nuevos espacios, nuevas maneras de entender y proyectar la vida del hombre. Un nuevo paisaje estaba gestándose: el paisaje urbano.
En este espacio crecieron las nuevas generaciones; el hombre se desarrollo en un nuevo medio definiendo lugares y significando su vida a partir de ese contexto. Es claro, entonces, que los artistas iban a encontrar aquí una nueva zona en donde nutrirse para crear sus obras.
En medio de esta vorágine de episodios, aperturas y acontecimientos surgen nuevas propuestas vivenciales: el “Arte Público”, “Performance”, “Arte Acción”, “Arte Procesual”, “Arte Conducta”, etc.; y no podemos encontrar un creador, un punto de salida de estos nuevos medios, sino múltiples. Como un arroyo que se nutre de muchas vertientes hasta encontrar su identidad y un nombre, pero a medida que avanza en la geografía que encuentra y lo contiene, se va transformando, definiendo y redefiniendo.
La condición liminal que existe entre las distintas disciplinas artísticas nos lleva a que las fronteras entre estas sean nulas o inexistentes. Por eso que no parece lógico seguir con esa idea occidental de seccionar todo en partes, separando, trabajando sobre las diferencias, haciendo hincapié solo en ellas, cuando la realidad nos lleva a converger en acciones artísticas.
La fuerte analogía que se encuentra entre el performance art, el arte público, procesual, conducta etc.; lleva a definirlos como uno: “arte acción”, ya que se trabaja en ellos con acciones: Un objeto, una acción, un gesto que interviene un espacio genera que los transeúntes sean parte necesaria de esa obra, si siguen caminando, si se detienen, si la miran o no, si se enteran o no de que algo sucede, todo es parte de esa obra. Es un hecho vivo, que acciona sobre un espacio determinado conflictuando la cotidianeidad, construyendo de esta manera una obra vivencial, contrario a los paquetes de virtualidad que se venden desde los medios de comunicación de alcance masivo.

El avance del sistema capitalista nos dejo grandes diferencias sociales y los espacios que eran significativos para el hombre quedaron vacios de contenido. Se los despojo de su grado de identidad dando lugar a la aparición de los “no Lugares”: espacios carentes de identidad, de sentido ontológico y antropológico que si hacen referencia alguna es solo al consumo, a los espacios de “felicidad” consumible. El nuevo hombre, entonces, se transformará en un ser que encontrará la felicidad en el consumo; una felicidad de mercado a la que tendrán acceso pocos, pero que es el gran afán de todos.
El mercado y los medios masivos de comunicación, transformarán al hombre en un ser de consumo, virtual, vacio de toda reflexión y autocritica. La cultura del espectáculo llevará al ser a un vacio del que el arte no dejará de ser partícipe.
En este contexto es claro que el arte tiene pocas opciones: puede dejarse llevar por la vorágine capitalista de galerías, merchandising y objetos consumibles, o bien tomar su sentido de vanguardia, de pensamiento político y proponerse conflictuar y reflexionar sobre el hombre a través del arte como medio, donde ya no importe el espacio de galería, lo convencional.
Esto último lleva a buscar y resignificar lugares, vivencias, donde no importe que los hombres y mujeres que se encuentren con estas obras las piensen como “arte”. Este debe ir mas allá, proponer sin importar lo que genere en el otro y en uno mismo, sino suscitar conflictos y reflexiones que lleven a un mejor estado del ser, del hombre, del mundo.
Es por eso que nuevos medios artísticos como el arte acción, deben trabajar sobre una propuesta conceptual, pero en relación con el hombre y no desde una mirada egocéntrica del artista y para artistas.
La esencia del “arte acción” es el espacio mismo donde se trabaja; espacio portador de contenidos, de historias, vivencias, donde suceden múltiples acciones fuera de la obra, que pasan a ser parte de ella. Entonces, ¿cómo elegir el espacio donde emplazar una obra, entendiéndolo como parte de su significado? Una obra cobrará distintos significados si se la emplaza en un centro comercial, o en una calle de un barrio humilde, o en una galería de arte, o ante las puertas de una comisaria, o en el sitio geográfico donde ocurrió una masacre, en el día y a la hora que sucedió. Esto quiere decir que en el arte acción, el espacio es portador de contenido y está necesariamente relacionado con el tema que propone el artista.
Todo lo que ocurre en la acción, desde la indiferencia hasta las impresiones internas y externas de hombres y mujeres que vivencian ese momento, hablan, dicen, significan, enriquecen, construyen, son y hacen a la obra.
Aquí no utilizaremos la palabra espectador ya que situaría a esos hombres y mujeres fuera de la obra, sin comprometerlos en la acción, cuando en realidad lo que se propone es la acción, la reacción y la no acción como elementos creadores y generadores, donde el hombre tiene la facultad de influir con su presencia, a partir de lo que la obra le genere, sean muecas, comentarios, negación, sonidos indiferencia, etc.
El arte acción es un signo que el artista crea, construye y propone, y como todo signo tiene un significante. Éste se manifiesta en el gesto, en la acción, en el objeto, en el espacio donde se emplaza o desarrolla la obra, en los hombres y mujeres que participan activa o pasivamente, o en cualquier elemento con el que y desde donde conflictuamos. Un significado con el cual el artista dota al signo de contenido: el tema de la obra, y donde un interpretante termina de construir, aportar, resignificar desde su subjetividad, desde su individualidad, el proceso semiótico.

Desde hace ya varias décadas el tiempo del hombre ha dejado de ser el mismo. La aceleración de la vida cotidiana debido al avance de los nuevos medios de comunicación como la telefonía celular, internet, televisión y otras, influyen directamente en el tiempo de contemplación y en el tiempo vivencial de una obra. Este tiempo es mucho más reducido y nos lleva a los artistas a pensarlo como un elemento más a tener en cuenta a la hora de construir y presentar nuestros trabajos.
Tomando en cuenta esto y la cada vez menor participación de hombres y mujeres en las actividades artísticas; el alejamiento de los artistas del común de la gente; el mercado como patrón que rige gran parte de lo que algunos llaman arte, elitizando, sectorizando, vaciando de contenido la esencia misma del arte, es que muchos buscamos y encontramos en otros espacios, como lo es el arte acción, el medio para desarrollar esta mirada viva del arte.
Esta mirada de llegada íntima, silenciosa, que toma espacios, los significa y resignifica, entendiendo que el arte es una herramienta que nos puede llevar a un nihilismo positivo para pensar nuestra existencia mas allá de una virtualidad mediática, recuperando la condición humana, el contacto, el sentir, el ser, desde la acción mediadora que el arte puede establecer para generar espacios de encuentro con el afuera, con el otro y con nosotros mismos.

Texto publicado en la revista-libro El Camarote, arte y cultura desde la Patagonia, número 13, enero – mayo de 2008। Patagonia Argentina

Juan Pablo Montelpare
juanmontelpare@hotmail.com

3 comentarios:

Paola Carvajal dijo...

hola juan, soy paola, tu profe de "reguetón" (o como se escriba, jeje) del 1 de enero...
me gusta tu trabajo, cuando vayas a presentar una exposición, porfa dile a raúl que nos cuente, la virtualidad no permite apreciar las obras en su completa magnitud.

un abrazo

Mr. tin dijo...

Excelente artículo. No es fácil teorizar sobre el arte... que bien me hubiese venido leer esto cuando estaba cursando sociologia del arte jaja.

saludos

ANA V dijo...

Me quedo muchisimo más claro el camino y el protagonismo del arte en la sociedad.
Excelente post super claro